lunes, 29 de febrero de 2016

Griselda García / Torso desnudo de un muchacho al sol


















El cuerpo se tensa
en cien fibras enloquecidas.
En el abdomen plano
dos líneas se pierden
en la espesura del pubis.
Esas líneas bastarían
para adorarlo meses.

Al final del día
buscarle las axilas, olerlo
buscarlo entre las piernas
y encontrarlo duro
pesado de semen joven.

Es verano.
La tortura de no tenerlo es dulce.







Griselda García (Buenos Aires, 1979). Publicó los poemarios Alucinaciones en la alfalfa (edición de la autora, 2000), El arte de caer (Alicia Gallegos Editora, Buenos Aires, 2001), La ruta de las arañas (Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2005), El ojo del que mira (Ediciones La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2009) y Mi pequeño acto privado (Barnacle, 2015). En 2010 aparece Hallucinations in the Alfalfa and other poems (Wolsak y Wynn Publishers), poemas traducidos al inglés por Hugh Hazelton. En 2012 publica La madre del universo (Editorial Echarper, Buenos Aires), relatos breves. Ha sido secretaria de redacción de la Revista de Poesía La Guacha y entre 2002 y 2003 formó parte de la Revista de Poesía Omero. Ha sido la editora de la Hoja de Poesía Sólo Sal. Ha conducido el programa de radio en FM “La Boca” y codirigido la editorial “La Carta de Oliver”. En 2012 se estrenó su cortometraje “Las grandes aguas, basado en un poema suyo y en 2013 se filmó “Blanco”, adaptación del relato homónimo. Dicta talleres de escritura creativa, es practicante de yoga y vegetariana.

jueves, 25 de febrero de 2016

Catalina Boccardo / Figura tres


























hacer personitas lleva un tiempo considerable

cada mujercita es ella y es universal
les busco la vuelta
al acrílico
el papel
las tintas

aprieto el doblez con pegamento
pruebo
pienso
si las flores si el color rosa
un exceso

desnudos que prefiero cubrir

y las telas cambian de comportamiento
mecen o arrugan las texturas

falta esa experiencia con la máquina de coser
de las feministas

el horneado
y saber cómo cuidar aquello gestado durante meses

las personitas en este caso
nacen de pronto
por obra y gracia

una apertura de la cabeza
una palas atenea

no parece el mismo sufrimiento carnal
otra índole
el esfuerzo de nuestras manos

tocar nos reconstruye
o permite obrar al grito
o gritar durante la obra.



Catalina Boccardo (Argentina, 1961), abogada, docente y poeta.
Publicó el jardín santo (Ed. en Danza, 2011), territorios (ed. Del Dock, 2012), y los cuadernos elementos, mangos y bailar (2013, cuadernos de la Mariposa y la Iguana).  
Invitada como poeta y abogada por la S.E.A. en la 38º Feria Internacional  del Libro en la mesa «Femicidio. Asesinadas por amor», 2012.
Incursiona en el collage y la fotografía artística, y ha participado de muestras colectivas e individuales. Tiene en preparación la serie de cuadernos de fotografías «Aguas». 

lunes, 1 de febrero de 2016

Alejandro Méndez Casariego / El moro



























Tuve un caballo moro al fin de los 50,
ijares nerviosos,
crines rizadas como un vellocino.

Nunca probó la alfalfa;
comía las peras sembradas en la tierra
y el pasto seco y duro que crece entre los cantos
a orillas del río chico.

Lo montaba en pelo,
improvisando el freno: una soga basta
con un nudo en el medio
como me habían contado que lo hacían los indios,
sin rebenque ni espuelas,
según había leído que hacían los beduinos.

Lo dejaba trotar a su antojo
y él encontraba siempre
un sendero trazado en lo bajo del monte,
abierto a un cementerio de nogales
-troncos blancos como huesos de gigantes caídos-
una desdibujada ciudadela de pircas
con restos de fogones,
y el olor ominoso del tiempo suspendido.

Allí se detenía y husmeaba por un rato
el aire espeso y dulzón del mediodía
más tarde desandaba el camino
con el paso indiferente
de quien ha visto todo lo que vale la pena.

Me contaron que era un falso moro
pigmentado por un error de la naturaleza
con el tinte de los caballos del desierto.
Hijo de un bayo y una overa mestiza
que había corrido con alguna suerte en las cuadreras.

No me importó demasiado.
Repetí algunos años el ritual de montarlo
y bajar hasta el valle
donde no andaba un alma
salvo, tal vez, la de la tierra
que después de la lluvia
remontaba su espectro en la baja neblina.

Después
ya no hubo moro.

No recuerdo si murió, lo vendimos
o quizá un viento fuerte
lo hundió en la noche definitiva de la infancia
lo estampó para siempre
en el lienzo de lo que no regresa.

No retengo el olor, ni el momento preciso
de lo que sí me acuerdo

es que nunca pude encontrar el vallecito de las pircas
el sendero de los nogales caídos
y nunca volví a sentir del mismo modo
el olor de la tierra



Alejandro Méndez Casariego (Buenos Aires, 1952). Estudió Profesorado de Historia en la UNC. Desde el 2001 al 2007 condujo, junto a otros poetas, el ciclo de poesía «El Orate y la Musa». Publicó los poemarios El Elefante de Cartón (2003)Los Réprobos (2007) y Los Dioses del Hogar (2015).

Jotaele Andrade / Pero insiste porque la luz no alcanza
























tu soledad es un cuerpo extenso
donde reman
furiosas
las parcas
del instante

por eso dormitas al mediodía
y subes el volumen de la radio

y así es tu compañía: ruido y sombra
que se excede

tu corazón: un potrillo sin madre
que mastica la hierba que crece entre las piedras
comunes de la angustia

oh viajero
oh marmita oscura donde cuece
su vino
el desencanto

largas noches brindamos por la ausencia
por la vieja ternura de los patios

no es envejecer
amigos

tampoco el naipe
ya dado del destino

es que la luz no alcanza
simplemente

y nos conmueve este rosal esta mañana





Jotaele Andrade, es poeta y nació en La Plata en 1974. Ha publicado los siguientes poemarios: Un éxito (Movie-Graf, Azul, 2012), El salto de los antílopes (El mono armado, CABA, 2012), El oleaje del mundo (Editorial Azul, Azul, 2013), Elefantes con anteojos - selección (Cartonerita bonita, España, 2013), Elefantes con anteojos - selección (Morosophos, La Plata, 2013 - edición de bolsillo), La mano del verdugo (de la Eterna, Tucumán, 2014), Los metales terrestres (Añosluz, CABA, 2014), Elefantes con anteojos, tomo I (de la Eterna, Tucumán, 2015).
Estudió Psicodrama. Ha coordinado diversos ciclos de lecturas y talleres de poesía. Sueña una misma ciudad con una poeta que admira. Coordina el Festival Internacional y Acampada poética de la Ciudad de Azul.

martes, 26 de enero de 2016

Jorge Santkovsky / Mi gato está muy enfermo

                                                                                                         















                                                                                          a Marco Polo


Mi gato está muy enfermo,
renuevo su vendaje para evitar que se agusane,
los tumores crecen en su espalda
mientras él se evapora.
A mí –que siempre temo lo peor–
su temple me estremece,
cuidarlo me recuerda
que debo pensar con mi verdadera cabeza.

No creo que muera nunca
porque mi gato es permanente,
así va seguir
cada día con más tumor y menos cuerpo.

Al salir de casa se vuelve ave
tan pequeño que cabe entre mis manos.
Conserva su vendaje
un vendaje de pájaro.
Su humildad no descansa,
desde sus ojos pequeños me mira.
Ya no ronronea, solo pía.

Hay gente que teme a los gatos
pero las aves son bienvenidas,
son una promesa, una ilusión.

Mi gato alado se siente libre
y yo me siento pleno.
Pero el pájaro se escapa
sin intención; voló porque se sintió liviano,
libre de la atadura de su cuerpo magro.

O quizás decidió no volver a su cuerpo felino.
Allá arriba, quizás el vendaje sea un signo de nobleza.





Jorge Santkovsky (Bahía Blanca, 1957) es poeta, matemático, jugador de go y empresario. Publicó los poemarios Revelaciones (2010), Revelaciones acerca de otras criaturas (2011), El sonido de la atención, (2013) y La incomodidad (2015), todos con la editorial Huesos de Jibia. El poema que publicamos pertenece a este último libro.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Daniel Castelao / Dicen...

















Dicen
“el pasado está grabado en piedra”.
Dicen.
Pero no es así.

Es humo
en un cuarto cerrado.
Ondula,
ciega,
deja ver.
Cambian su forma
el paso del tiempo y los anhelos.

El pasado
no se borra,
se queda a merodear,
intenso,
como el olor a madera que se quema.




Daniel Adrián Castelao (Oytis) nació en 1967 en Capital Federal, ciudad en la que reside. Su temprana pasión fue el teatro: actuó, dirigió y hasta escribió algunas pequeñas obras perdidas en el tiempo. Desde hace más de 20 años se dedica a la radiofonía, con una decena de programas en su haber. Es parte de "Club de Radio" (http://clubderadio.blogspot.com), un emprendimiento radiofónico por internet que prioriza la radio de autor, la buena música y la buena literatura. Sus primeros pasos como letrista de rock lo llevan a la poesía. Técnico en Quimeras, su primer poemario, fue editado en agosto de 2014 por Subpoesía. Participó en diversas antologías y es asiduo participante de  encuentros poéticos en Bs As. Coordina los ciclos de Poesía "Al Filo de La Palabras" y "SinesteCia". Está trabajando ahora en Postales de Ingenuidad, su próximo libro de poesía en prosa que saldrá en 2016. 

martes, 22 de diciembre de 2015

Alfredo Luna / a este aguacero lo llamaré lágrimas
















yo sólo quería un amor insolente como el tuyo,
un dios a imagen y semejanza
de las torpes ramas del cielo,
un amigo a la medida de mi soledad y mi deseo,
a la medida de la distancia que se acerca.

pero no, en la siniestra confusión de la lengua
venía la palabra hachando el mundo;
la ardiente llaga de la locura
venía fraguando la hostia del perdón.

yo quería un amor perverso
que tragase la vergüenza de mi desnudez;
yo quería un ángel, como Tú,
para perder mi nombre en el túnel de tu abrazo.

en medio de la luz muda,
la muerte anda suelta para no dejarme solo.

¿quién te castiga, Dios?    ¿quién te castiga?




Alfredo Luna (San Fernando del Valle de Catamarca, 1953). Publicó Las palabras imposibles (1993), Los días enamorados (2005), Los fuegos prometido (2006), la mirada sonora (2008) y vigilia hereje (2012), de donde hemos copiado este poema.

Foto: Clara Vasco.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Bruno Di Benedetto / El futuro
















El futuro llega por tracción a sangre: lo que tira de la rienda
de los nervios todavía está por nacer, pero ya puso su huevo 
en el mismo lugar del grito: de ahí nacen pájaros o engaños.
En ese desconcierto somos tripa sonando bajo el arco de crin:
de reojo vemos venir la mano, el ajuste de clavijas, y el dolor
nos afina de lo grave a lo agudo: lo que nos hiere en el ahora
es una astilla del mismo palo que la esperanza: nada hay peor.
Espiamos los jardines del porvenir por la cerradura de ese ojo
remachado en la conciencia: el tiempo es un veneno partido
en dos; uno de los extremos culebrea ciego en la antimemoria.



Hotel Chubut (para pacientes y familiares), Buenos Aires, 2014 

(extraído del tríptico "del tiempo visto en los espejos").




Bruno Di Benedetto nació en Avellaneda, provincia de Buenos Aires en 1955. Desde 1979 reside en Puerto Madryn. Ha publicado Vengan juntos (relatos) y los poemarios Palabra irregular (Premio Convocatoria Escritores Inéditos, Chubut, 1987), Complicidad de los náufragosDormir es un oficio inseguro (premio Fondo Editorial Chubut, 2003), Country (Ed. El surí porfiado, 2009), Crónicas de muertes dudosas (Premio de Poesía Casa de las Américas 2010, ( La Habana, 2010, Ed. Casa de las Américas y Buenos Aires, 2011, Ed. en Danza), Nada (Editorial Ruinas Circulares, 2014, Buenos Aires), Crítica de la espera (Ed. de la Eterna, Tucumán, 2015) y Cámara de niebla (DelValleBajo Ediciones, Viedma, 2015).



domingo, 13 de diciembre de 2015

Raquel Jaduszliwer / Narrativas























Habías vuelto en el sueño
encontraba tu rastro hecho de panes que brillaban
aparecían súbitos en los lugares menos pensados

sabía que eran tuyos
lucían multiplicados aquí y allá
eran lunas diversas iluminando el enigma de tu regreso

yo seguía el recorrido de las señales aunque estuvieras muerto
tenía hambre y me apuraba el tiempo porque temía despertar

veloz
a la manera intrépida de lo que no se elige y sólo se ejecuta
corría como lo hicieron tantas veces Hansel y Gretel detrás de un rastro

huyendo huérfanos de sus padres crueles
soñando en el peligro del bosque







Raquel Jaduszliwer (San Fernando, Pcia. de Buenos Aires.) Es licenciada en psicología en la UBA y se dedica a la clínica. Publicó Los panes y los peces (2012, Primer Premio de Poesía Editorial De Los Cuatro Vientos) , La noche con su lámpara (2014, Primer Premio de Poesía Fundación Victoria Ocampo), Persistencia de lo imposible (2015, Primer Premio de Poesía Ed. Ruinas Circulares). Participó en numerosas antologías y publicaciones.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Rubén Reches / Una lluvia maravillosa
























Una lluvia asombrosa acaba de caer.
Sus gotitas no eran agua, sino vallejos.
Cada una tenía la cara y el cuerpo de un Vallejo
vestido con un minúsculo sobretodo oscuro
y cubierto con un casi microscópico sombrero.
Fue una lluvia, más lenta que las de agua,
de millones de vallejitos que caían sobre la ciudad,
deshaciéndose al llegar al suelo en un plaf tristísimo y dulce.

Y dando las manos a sus hilos y a sus sonidos me vine al perdido Buenos Aires,
a éste, por donde, irisados e inmortales, andábamos con tristezas así.
Y ahora, -¡maravillosa lluvia!-,
es como si estuvieran por llamar a la puerta los amigos viejos,
-los dispersos, los muertos-,
y como si la noche de invierno fuese todavía tibia y amiga.



Montpellier, 1977


Rubén Reches naciò en Buenos Aires en 1949. Es poeta, cantautor, traductor y profesor de francès. Ruinas Circulares publicò su poesìa reunida en 2013.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Claudia Bakún / a veces, dios




















a veces, dios


El ciego espera.
El semáforo está verde para él
y no lo sabe.
Una mujer pasa a su lado,
lo esquiva
y cruza rápidamente la calle.
De pronto un hombre lo ve,
abre su mano como un cuenco
que calza perfectamente
en el codo del ciego
y con suavidad de ala
lo lleva a la vereda opuesta.

a veces, dios
hace cosas así




Del libro "Accidentes geográficos", ediciones 13 mil pájaros, Buenos Aires, 2014.


Claudia Bakún es docente, poeta, música y artista plástica. Nació en Buenos Aires, en 1964. Ha escrito otros dos libros de poemas: "Sombraluz" (1994, ed. Del autor) y "Señal de amparo" (1999, inédito).

jueves, 3 de diciembre de 2015

Buby Kofman / Romance del boxeador...
















Romance del boxeador y la actriz



¿Se puede decir que

a nuestros diálogos se
los llevó el viento?

Parece que no. La

mañana está fresca
en Posadas, y sólo
las palmeras ríen.

Encuentro en una

librería de viejo
un libro tuyo. Tu
poesía asoma
después
de treinta años.

Fueron años crueles

para el país, cuando
caminábamos esa
ciudad.
El refugio
de muchos, era el
romance de Monzón
con la actriz, para
no escuchar a los generales.

Sabíamos que la poesía

era un pequeño fuego.
Calentaba nuestras charlas.
Tus hijos y mi hija
eran pequeños; nada
sabían de tiempos oscuros.

Ahora hace mucho

que has partido. Tu viuda
está muy enferma y no
me puede atender.
Posadas, es otra ciudad.
Más moderna. Pero
no es nuestra ciudad.

Por la sencilla razón

que tu voz se apagó,
y el mejor
siempre entre
nosotros, fue ese
tiempo de barbarie,
donde abríamos una
puerta, en una esquina,

para hablar de un país

remoto, ¿cómo sería?
éste, que ahora camino
y tiene a un futbolista
y a una actriz, ocupando
sus sueños.



Del libro "En el anochecer la tevé", ediciones La Carta de Oliver, Vicente López, 2015.


Fernando Kofman (Misiones, Posadas, 1947) Creador de la revista "Sátura", en los años 80. Codirigió junto con Esteban Moore la editorial de poesía Calle Abajo. Codirige desde 2005, junto con Santiago Espel, la revista de filosofía y poesía "FranKBaires". Algunos de sus libros: "Caída de la Catedral", "La insolación", "Mi primer ratón", "Zarza remueve".