domingo, 4 de noviembre de 2007

el 8 de noviembre en El Orate y la Musa


Recibimos a Santiago Sylvester .
Jueves 8 de noviembre,
a las 21 hs en LoungeBar1986 - Billinghurst 699.

viernes, 26 de octubre de 2007

algunos poemas de Santiago Sylvester

Nuestro invitado de noviembre es Santiago Sylvester.
Aquí, algunos de sus poemas.



Historia natural

Un monje está atareado en su propio laberinto,
suspendido por una visión
que le insinúa subvertir la materia:
cambiar la carne por moneda celestial,
el mundo por esta Colegiata de San Isidro
donde giran alternativamente el infierno y la salvación
mientras cruje el armario de los mendrugos.

Otro monje, sentado en la penumbra, come unas uvas
y piensa seguramente en la Historia Natural
cuando dice nada
creó la naturaleza sin su contrapartida
.

De pronto una campana
irrumpe como una disgresión
y los convoca;
entonces el laberinto se adelgaza hasta desaparecer
y las uvas son dejadas en el plato.

Un monje reza, el otro come.
Ninguno de los dos termina su tarea.


El bar del puerto

Tendremos que buscar otra tabla de salvación
ahora que las razones se nos escapan de las manos
y no resuelven el porvenir.
Afuera cae una garúa interminable
y ese humo protege al que indistintamente
prefiere el bien
o el mal
o lo que debe ser;
mientras un hombre mira el mar que retumba
y que no le sirve para nada.

La vida sigue con sus anuncios, aquí y allá,
incluso donde se echa a perder;
y nosotros, a su imagen,
somos el comediante ruidoso, el penitente
con su gorro estrafalario,
el mensajero que desconoce la noticia que lleva.
Gente a manotazos, pero con el orgullo intacto,
con el viejo cuento del ángel caído,
que sin explicaciones llega al borde
y se detiene como puede.


Hamlet en el mercado

También nosotros podemos, como Hamlet,
sostener la calavera
y hacer las conjeturas de la angustia,
preguntas sin paliativo que sólo tienen, como él,
un estado de emergencia.

Algunos, sim embargo, no preguntan:
usan la calavera para abreviar la desgracia.
Ahí está, por ejemplo, ese ciego
que cambia ceguera por conmiseración,
la puta de ojos exagerados que no cree en los hombres
pero los acoge con amabilidad,
el niño-monstruo, el pintor sin brazos,
el sordomudo hábil en juegos adivinatorios,
el gitano de la cabra que saca aplausosde la miseria de ambos.
Cada uno con su calavera,
con su sonrisa en mitad del espanto,
ahuyentando la duda con voluntad socrática,
conociéndose a sí mismo para poder comer.


De Libro de viaje. (Editorial Libros de Estaciones)


El puente

Esa mujer que corre por el puente, ¿no encontrará motivos para regresar?
El señor que camina soñadoramente con un paraguas en la mano, ¿no deja ningún triunfo, ningún fracaso a sus espaldas?
El ómnibus cargado con veinte pasajeros, ¿tampoco volverá? ¿Ninguno de esos hombres que miran por la ventanilla recorrerá el puente en dirección contraria? ¿Nada reclama a nadie? ¿No hay señales a uno y otro lado, fragmentos de un llamado vivaz e instantáneo?

El puente propone un dilema, no un desplazamiento.
La dificultad consiste
en saber si el puente es un comienzo,
un final o un vínculo,
la complicada frontera que cada uno es.
Cruzar un puente: ironía sintáctica
apoyada en dos extremos
con todo el cuerpo extendido en el vacío.



La cola del taxi

La inminencia abruma al primero de la fila: no espera un taxi sino el Apocalipsis.
El segundo es más cauto: sabe que el fin del mundo es un asunto pendiente.
El tercero bosteza, tal vez porque el alma es aburrida.
El cuarto se apoya en un bastón y evita la caída: un movimiento socrático, adecuado a sus fines.
El quinto afloja la mandíbula y se muestra como es: la juventud termina cuando, por falta de fe, ya no somos capaces de representar un personaje.
El sexto mira hacia otra parte y se arregla la corbata: no siente la necesidad de la utopía.
Y el último, como siempre, no es el primero.

Pero, ¿qué piensa el taxista cuando alguien
le orienta su destino,
un azar elegido por la indiferencia?
También él, sin saberlo,
es una reducción inalcanzable
para el que pasa la tarde en la ventana
interpelando al yo, haciendo trampas.


De Escenarios. (Editorial Verbum)


XIII

Una buena respuesta del Quijote: yo sé quién soy, y lo sabía: era,
......además de ser quien era, el honrado hidalgo de Quijana, el moro
......Abindarráez, Vladovinos, los doce Pares de Francia y aun
los nueve Caballeros de la Fama.
.....................................................También
Sarah Bernhardt sabía quién era: cuatro cebras tiraban de su coche
por el Bois de Boulogne;
..........................................y
lo sabía también el que, negándose
a recibir visitas, pudo decir: yo en mi casa
soy de estar
o de no estar
.

..........Yo mismo
sé quién soy: percepción de la mano en la mejilla al afeitarme
más la constancia del que, propio
y ajeno en tierra propia,
suma días y traslados para saber dónde está;
que es como decir: convulsa la memoria del que viene siendo.

Todos
sabemos quiénes somos;
o dicho de otro modo: las certezas
suenan más verdaderas entre signos de interrogación.
............¿Dónde?
¿cuándo? ¿quién? ¿por qué?: red inestable
que se acumula en la persona
o en el hueco que ella deja cuando no está.

Y allá va la muchedumbre que me incluye: calle arriba
y abajo,
con las piernas hinchadas y
el rápido soslayo del que esquiva advertencias sobre él.


De El punto más lejano (Ave del paraíso Ediciones)



I

Siente piedad por sus testículos al borde de la mesa,
por su cabeza tan dejada de Dios,
por su hambre, porque nunca volverá a comer,
por su perra que ladra en el desierto,
por su memoria atolondrada
que lo hace orinar en los malvones.
Y luego de apiadarse, lo ata,
ausculta, desinfecta,
prepara los detalles: no siente piedad
dos veces por el mismo perro.



XIII

No sabe morir, pero es lo mismo.
Siente la raspadura
y piensa es la muerte.
La sospecha lo obliga a precaver,
lo vuelve astuto.

Circula sinemoción, buscando
sólo el alimento,
pero ¿qué hacer si las cosas pierden prodigio,
se achican
cuando se las ve de cerca,
y el hueso también se desmerece?
Inventa historias, hace planes
de huída, simula
un nuevo peso en los omóplatos;
pero no hay apuro: mañana
será el mismo día.

No sabe morir, no sabe
si va a morir, y se aproxima;
busca el hueso, la certeza,
amontonado como una cantidad.


De Perro de laboratorio (Editorial Corregidor)




Ese hombre ha salido de la boca de un metro en erupción
y está sentado allí, apagando el humo de su ropa.

La ciudad le circula por dentro: la florista una naranja en
un charco, alguien que se aferra a un diario y siente
vértigo, un grupo chilla con una euforia dislocada;
y en todas partes, rasgos intercambiables: una cara llena
de confusiones familiares.

El olor del café es un continente invadido,
el reloj de la pared opina mudo,
el hombre cruza los brazos, recubre su impostura,
y mira a la mujer que lo acompaña.

Ella no dice nada
y apaga también el humo de su ropa:
residuos de una erupción volcánica
o, quién sabe, homenaje de la noche anterior.


De Café Bretaña (Editoral Visor)

miércoles, 24 de octubre de 2007

Poesía Visual / Oral / Literal?




Muy bueno el encuentro con Santiago Perednik... Fue una pena que haya sido una noche tan lluviosa y que no vinieran todos... Perednik es, además de poeta, pedagogo y filósofo. Uno de los momentos más interesantes (para nosotros) fue la charla alrededor de la poesía visual (se habló mucho de XUL SOLAR), como supuestamente contrapuesta a la oralidad por un lado o a lo literario (a su literalidad?) por el otro... Aquí nos acordamos del Tratado del Dibujo de Leonardo, donde compara a la poesía y a la pintura... "Si tú, poeta,imaginas una historia pintándola con la pluma, el pintor lo hará mejor con un pincel. Si llamas a la pintura poesía muda; el pintor dirá de tus escritos que son pintura ciega."

Es que, probablemente, llega un momento en el que nos cansamos de las palabras, de las mil palabras, ese momento en que una imagen vale más...


Y usted, blomiga/o ¿qué opina? ¿Podrá aportarnos algún ejemplo interesante de estos cruces?


domingo, 30 de septiembre de 2007

El Orate de octubre...volvemos a cambiar de lugar!!!


Nuestro próximo encuentro será el 11 de octubre a las 21 hs en 1986LoungeBar - Billinghurst 699 (esquina Guardia Vieja).

Nuestro invitado es Jorge Santiago Perednik.



Te esperamos!


algunos poemas de Jorge Santiago Perednik

Nuestro invitado de octubre es Jorge Santiago Perednik.

Algunos textos para ir entrando en su poesía.



Sade

Sobre el cuerpo, en lo pasivo, está el saber

un látigo griego de cuero con restos de sangre

que impone la irefutabilidad como estratagema

Ahora cabría verificar, por los métodos científicos

según la persona se retuerza o no sobre la cama

la idea de que en una sustancia metafísica
no puede fundarse ningún conocimiento. El
temor a la refutación, atribuir a

los hematomas en la espalda o los ojos desorbitados
el no poder observar- dolor, terror o furor-
de igual modo que el creyente la actividad
divina, ni ordenar un sistema de pasiones o argüir

que condición y conclusión están relacionadas

porque un cuerpo, atado con alambres de púa, se retraiga
y pretenda huir. La aplicación de un estímulo exterior- electricidad,
filo, calor- o un dicho de efectos diferidos- la amenaza de trazar,
con la brasa de un cigarro, letras en la tetilla-
desplazan este silogismo cluso

a su encadenamiento: la convicción de que lo pasivo

es lo cerrado, y alguien y algo lo deben abrir.
El escape o emergente para una inteligencia poca viva
es la imaginación, las dos vocees fingidas de un diá
logo que el mundo evita y luego representa
En esa esclavitud está su libertad,
el estigma de su arte en esa compañía.


El suicida

Ato la soga al arbol sin poner demasiado acento
hizo un nudo imitando su garganta
se colgo de la soga sin ningun manifiesto
bajo el brazo y como la soga era barata

se rompio al primer esfuerzo.

Compro un calibre 32 viejo
le puso ridículamente 6 balas
apunto a su sien como si fuera un ciento
y no disparo, por alguna pieza trabada

o la mala conjugación de un verbo.

Sobre un durmiente, en las vias, acomodo su cuerpo
esperando el tren de las 8.15 garabeteo unas pavadas
lo entusiasmaron,quiso terminarlas, ¡faltaba un verso!
eran las 8.15, el tren venia, lo arriollaba

pero un cambio de vias lo mando lejos.

Decidio arrojarse desde lo alto de Babel, un rascacielos
subio a la azotea, la lengua se le partio en diez hablas
quiso recogerlas, las doncellas al enterarse salieron
y no lo dejaron saltar: una de nombre dios, pelirroja, estaba enojada.

Le firmo con sangre a don Muerte un documento

apostaba su vida a un juego
de naipes sin revancha
pero la jolie rousse altero el texto:
vino el angel, mezclo, corto, repartio las cartas

y.
.....Ahora escribe de otro modo: perdió la vida, ganó el acento.



Salmo

Dichoso el hombre que no anda en el consejo del conejo
ni se para en el camino del castor
ni se sienta en la reunión del reno
ni con lana de llama hila al partir
más o menos cuentos que al llegar
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará

Dichoso el hombre que no se raya con la raya
ni triangula con el triángulo
ni circula con el círculo
y al no confundir la geometría con la tierra
hace suya la felicidad de las diferencias
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará

Dichoso el hombre que piensa:
de los tres movimientos posibles
los tres salvaron su obstáculo
y pusieron fin a la historia:
el consejo de los saltos y la multiplicación
el tránsito que va minando el camino
la reunión en la que el alce y el ciervo son repudiados:
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará

Dichoso el hombre que en cualquier
momento del día
puede escribir salmos
sin esperar nada
sin tener siquiera quién los lea
y habiendo comprendido el proceso de la dicha
quiere en lo posible compartirlo
porque el libro es su delicia y a él se dedica cuanto puede
y todo lo que emprende prosperará



Jorge Santiago Perednik
De La querella de los gustos (Tintanueva Ediciones)




La teta de Epicuro

Una casa es una cosa.
Las cosas tiene alma, se rebela,
Las casas son el alma, revelan otras cosas.
Una casa no es una cosa.


La casa estaba oscura, le prendieron fuego por miedo,
por quemar esa cosa en los ladrillos
y la luz se hizo tan intensa que deslumbró.
Para decir la verdad
hubo que ser el mentiroso del paraíso:
tener la mente (algunos traducen espíritu) salvaje.


Las cenizas no son una cosa
aún las cenizas de una casa.
Cuando la mente se incendia no deja rastros.
No hay rastros y hay.
No ay.
Pero la mente dice tener es sufrir y se despoja.


Embestía salvajemente los muros como una cuña
que no abría casi agujeros,
más bien cambiaba su estado: una casa
de vapor y luego una casa de agua
para un nuevo incendio.
Por esos agujeros no puede pasar un hombre.


El final, que no hay final, es el final:
mamar la teta de Epicuro y sentirse cristiano.
Escribir.
Y confundiendo la bella cierta con la buena nueva
insistir en difundirla.
Lo cual es errar desde un principio
sin saber si por los pasos o las huellas
y es también acertar en algo:
hay rastros, no restos:
el principio es en el verno
la posibilidad de mentir un principio.


Jorge Santiago Perednik
De El fin del No (Editorial El caldero)

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Autobiografía y poesía

Mmmm... Tuvimos un encuentro movidito con Leonor Silvestri y su poesía... Acá les mostramos algunas fotos del evento, por lo demás muy concurrido y discutido...

Vamos a rescatar un momento interesante de la charla... y fue cuando Leonor (el orate cita de memoria, así que admite correcciones...) dijo algo así como: "si la infelicidad es generadora de creatividad y poesía, estoy segura que se abre ahora para mí una etapa gran creatividad..." Sí, ya sabemos que lo dijo en broma, pero nos queda, para nuestro coleto, la pregunta acerca de lo biográfico (lo auto-) en poesía... ¿Escribimos acerca de nosotros mismos, no tenemos escapatoria aunque hablemos de los obreros de la construcción oprimidos? ¿La escritura es siempre acerca de un personaje que parece ser uno? ¿Moriré en París un jueves? Diganos, por favor, qué le parece...







domingo, 19 de agosto de 2007

el segundo jueves de septiembre...

nuestra poeta invitada es Leonor Silvestri.

Más abajo algunos poemas para ir conociéndola.

Los esperamos el 13 de septiembre a las 21 hs, en Brasseriè Berry, Tucumán 775.

algunos poemas de Leonor Silvestri

Catúlo

Te Odio pero Te Deseo.
¿Por qué me pasa esto?
No me preguntes.
Lo ignoro.

Pero es así y me parte al medio.

………….

Poemas, poemas de otros,
-otrora hicieron felices a prósperas ciudades, a reyes y a poetas-,
triste limosa que le dejaron las horas a los siglos…


Timoteo

Llorando te pido
Dáme tu mano,
.............................ya nunca he de volver a casa.

Fuera, nada allí hay :
una cartera de reproches
un pecho lleno de balas
un cementerio de muertos bien relleno.
Y si te pregunto cuánto falta,
la verdad
espero me contestes
la verdad
espero lo sepas .

Todo lo que poseo
me sirve de nada.
Todo lo que poseo
lo llevo conmigo.

Un lugar donde nadie me conozca.
Adónde vas ocaso
¿Acaso alguien sabe?
¿Acaso hay diferencia alguna?

Balde de agua


un dolor seco
como una piña
un disparo gélido
en el medio del pecho
un beso de puñalada
la televisión está prendida
me habla en una lengua que
no comprendo siempre
te dije me dijo me dijiste
..........tengo
frío en las piernas
la soledad es una cueva húmeda
adentro un oso
una sala de estar llena
de ruido y humo
una fiesta en año nuevo
nadie te conoce
ni tiene ganas de dirigirte
una palabra excepto aquella
estrictamente necesaria
............por educación
un sillón repleto de oscuridad y
............clavos
el dolor es una mujer
que llega a los 40
casada con hijos
la familia perfecta profesional aunque
levanta la mano y la baja
sobre el culo del hijo
NO LE PEGUES A TU HERMANA
y dice
para serte honesta
llamame cuando ella no esté cerca, cuando
puedas hablar
...........un país extranjero
con gente que no entendés
y no te entiende
parece que te quiere
coger o que te quiere
pero solo parece
ahora estoy cocinando
ya tengo tu teléfono
te llamo
y el dolor se irá
.........sabés
que este poemas es una mierda
como todo lo que se escribe
cuando te duele así
el pecho cuando
una piedra te aprieta
la vejiga pero no podés
mear
y te preguntas
cuánto falta para lo que te hace
falta cuánto más
tus ganas
de creerte genial
podrán aguantar
y sabés que la noche
.............es eterna
no tenés adonde ir
encerrada en el medio del vacío
imposible extender la mano
parar un taxi volver
..........a casa
salir corriendo
el campo abierto es
el claustro
y te aferrás a esta única roca
aunque sea esta mierda
..........recordá
ella no tiene esto
ella no te tiene
ella no tiene
nada y todo
será algún día
...........un mal sueño

Cotorrita

Esposaste mi vida con un hilo de oro.
Una cotorrita enjaulada, de esas,
que se venden en la feria de Pompeya .

La jaula no tiene
el cerrojo echado
la puerta no está
cerrada del todo
la cotorra se queda
el tobillo le enrosca
esa cinta dorada.

Un hilo de oro, sutil.
Sin embargo,
no lo puedo cortar
ni con el pico,
ni con la boca .
.
.
.
.
Leonor Silvestri

viernes, 10 de agosto de 2007

2) Sub-Sobre valuados en la poesía argentina

Un momento fuerte en la charla pasó por la afirmación "hay poetas sobre-valuados en la poesía argentina". Fondebrider mencionó a (la casa no se responsabiliza por los dichos de sus invitados) Juarroz, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik...

¿Considera el amable b-lector la posibilidad de ampliar/corregir la antedicha nómina? ¿Existirá, paralelemante, una lista de sub-valuados? Por favor, cuiden las formas y contesten properly, que el Orate vigila...

jueves, 2 de agosto de 2007

1) La llave para leer a...

Uno de los momentos destacables del encuentro con Fondebrider fue su relato de cómo llegó a ciertos poetas (en sus palabras "me dió la llave para leer a..."). Por ejemplo, nos habló de su descubrimiento de la poesía en castellano leyendo a los poetas de La danza del ratón (grupo del cual Alberto Muñoz, nuestro anterior invitado, formara parte // otros referentes: Javier Cófreces, Jonio González). Una historia parecida es su descubrimiento de Rimbaud a partir de la lectura de Madariaga.

¿Se animarán los lectores de este blog a contarnos qué hallazgos poéticos hicieron y la manera en que llegaron a ellos? ¿Alguien les dió alguna vez una llave poética?

martes, 31 de julio de 2007

Encuentros cercanos en la Yaparrí de los Berros

Polémico, frontal, quizás alguien piense "hasta excedido"... Nadie puede negar que Fondebrider es también sincero en sus pareceres. Ni tampoco furtivo u oculto: su capacidad de arremeter con sus opiniones (¿cuánto hace que no escuchamos a alguien opinar en voz alta, aun a sabiendas que lo que diga no va a ser bien recibido?) sólo es superada por su buen apetito/humor (tache lo que no corresponda).

Van algunas fotitos del encuentro...





Además, nos visitaron las chicas de SubJAZZente que nos rompieron todo: el corazón, los prejuicios acerca de la música en el subte y el equipo de audio... ¡Gracias, chicas!

jueves, 19 de julio de 2007

Más poemas de Fondebrider

de: "Imperio de la luna"

Sophie

Curioso mecanismo el que la pone
a un dedo humedecido de mi suerte.
Hermosa, playa de sí, muy alta
como esas mujeres del todo inalcanzables
desnudas en la página central.
Pero un perfil no basta ni la excusa
de diecinueve años
y todo por delante fresco y nuevo
dispuesto a fracasar.

Sophie me dura una semana.


Imperio de la luna

Que siga el mar
barriéndonos la playa entre los cerros
con humo de cigarro por las nubes
y estrellas navegantes.

Puede seguir el mar.
La luna es lo que veo:
la piedra en la avenida,
lo blanco y lo real de cada noche.


Sin fe

Aquí me duele el pecho,
mezquino los aplausos y ella duerme.
Verdad es otra cosa:
soy yo el que está perdido,
es esta la memoria que no tengo,
son otras las palabras.


Canto mal

Lo que esta voz tan ronca está queriendo,
tratando de decir... Todo se aprende.
El resto es un milagro.


Por o contra

De acuerdo con respuestas recibidas
uno cree o ya no cree.
Cada cual está lanzado.
La historia que desfila muestra el puño.
No se puede vivir con un "quisiera".



De "Standards"


How deep is the ocean

Era una tarde así, no la verdad:
la idea del mar, sus huesos en la arena
cuando el sol se hundió detrás del horizonte
profundo y para siempre.


Line for Lyons

a la memoria de Chet Baker

Era joven.
Después perdió los dientes,
cayó por la ventana.
Ahora es la gárgola asomada al curso de este río.
El río divide la ciudad bajo la lluvia.
La lluvia no cesa de caer.
Un día me arrancará los últimos cabellos.
Va a destruir lo que queda del león.


Lush life

Lo vulgar reposa en convenciones
igual que la belleza:
telaraña que aumenta con los días,
postales de París
y todos esos sitios a los que llaman Ritz
y nada significan.


They can´t take that away from me

Es difícil tolerar que los recuerdos
dependan de una casa.
Pero esta casa tiene mis recuerdos
y si me voy, aquí se quedan.
Por más que ponga todo en mis valijas
sombras de amor no se descuelgan,
se mueren con la casa.

lunes, 16 de julio de 2007

Jorge Fondebrider en El Orate en nuevo lugar


El 26 de julio, a las 21 hs, ahora en Brasseriè Berry, Tucumán 775, nos visita Jorge Fondebrider.
Ya pusimos algunos poemas, para que vayas conociéndolo.

algunos poemas de Jorge Fondebrider

Alfabetos

El ronco mecanismo de un motor hace que el vidrio vibre.
La noche es gutural, es consonante
y apenas pasas las horas subrayadas
por el ruido sordo de la estufa,
del ascensor que baja,
de una sirena salida de las sombras.
La lengua del insomne se apoya en cavidades
y el aire transcurre por los huecos
que le deja el entresueño a la vigilia.
Los días, sin embargo, son vocales
delante de un espejo, la radio, el desayuno,
cerrar con doble llave y ver el mundo
golpeando contra el yunque de la luz.
Y así resultan sílabas porfiadas,
que, unidas, confirman las palabras
de la mañana misma, cuando empieza
la propia oscuridad.


El Liffey

Cuando se sale el primer día del hotel
el mundo es siempre muy hermoso. Y está el Liffey.
El cauce de este río, que arrastra poco agua, divide la ciudad:
de un lado están los pobres con sus voces y el pelo colorado;
del otro, el sur que piensa detrás de las puertas amarillas.
En las orillas negras no hay pájaros ni nada.
Sólo hay un lecho oscuro
como las chimeneas de la ciudad de Dublín
que humean para el viento, exactamente al sur,
en el extremo justo del invierno
cuando son frías las monedas.


Una razón

Busqué una imagen que no entra en el presente austero y obligado de estos días.
Los pensamientos que ahora, apenas hilvanados,
dependen de la agenda
remiten a un pasado que ya no reconozco como propio.
Por eso canto el mar, que me es ajeno.

Lenguas

Eliot dijo que podemos conmovernos
oyendo recitar un poema en una lengua de la cual
no entendemos ni una sola palabra.
Por eso fui, para escuchar
a qué sonaba eso.
Y aquel poeta que
parado delante de un atril y un poco despeinado,
probablemente no sabía que yo era un extranjero
que me había elegido a mí.
El hombre recitaba mirándome a los ojos.
Yo quería, y en realidad deseada,
justificar mi tiempo oyendo recitar esos sonidos, conmoverme.
Después de cada verso él me observaba
haciéndome su aliado, pidiéndome el apoyo
que sólo una mirada que no entiende puede dar
mientras el mundo tiembla en el espacio
y dos personas piensan.


Tesorería

Darwin observa los pinzones.
Después, en Inglaterra, afianza su teoría
y Spenser la corrompe.
Habrá entonces que esperar por más de un siglo
a que los genios locales se den cuenta
de que pagando un mes después
y un viernes por la tarde,
la plata de un cheque miserable
trabaja el sábado y domingo,
y la ganancia aumenta
a expensas del trabajo de los otros.


Alejandro

No fue por el tío de mi padre,
que se hizo rico fingiendo ser un óptico en los pueblos de provincia
y me llevaba al jockey club a ver a sus caballos.
Ni fue por ese primo al que le dimos techo
y una sombra de familia cuando lo echaron de la casa,
pero ni siquiera vino a los entierros.
Por otra parte, Martín no me gustaba
y ella no quería José Luis,
Gustavo apenas prosperó por unos días
y no pude convencerla de Guillermo.
Por eso fue Alejandro, que nos encuentra grandes,
cansados de antemano,
con muy poco dinero,
muy contentos.


Jorge Fondebrider
de Los últimos tres años (Libros de Tierra firme)

domingo, 1 de julio de 2007

la noche de la voz de Alberto Muñoz

Qué linda noche la del jueves. Estaba helado, sí, las calles vacías y nosotros resistiendo, pese a todo, con poesía.

Entrevista jugosa, ida y vuelta. Y la hermosa voz del poeta, la voz que no cambia a pesar del tiempo, resignificando textos al terminar la noche.

Algunas fotos, sacadas con celular- estamos cada día más pobres o más modernos?-









A todos los que vinieron, por su compañía..gracias!

Nos vemos en julio!

miércoles, 6 de junio de 2007

el 28 de junio nos acompaña Alberto Muñoz

El 28 de junio no te olvides! Alberto Muñoz en El Orate y la Musa, en BaRRoco Bar, Montes de Oca 322, 21 hs.
Más abajo un muestrario de sus poemas.


viernes, 25 de mayo de 2007

Algunos poemas de Alberto Muñoz

DE LA VÍCTIMA

Ellos saben que la víctima sostiene su cabeza hasta último momento.
La orden de morir no es de Dios sino de un hombre que abandona.
Dios alguna vez les ha dictado:- “No envíes a la muerte a este hombre”-, y ellos han temblado en un dudoso castellano:- “No lo envío a la muerte, mi Señor, lo envío a tu morada”.-

DE LOS AJUSTES

El verdugo quita su capucha y con ella va su rostro, intacto.
Una lámina carnal es su cabeza. Una tela blanca. Sobre esa película propicia aparecen los otros rostros, los ejecutados. De quince a diecisiete segundos tarda cada impresión para borrarse y retornar en otra.
Estos ajustes son convenio de su sangre y su moral.

El verdugo se llega hasta una zanja, introduce su cabeza en el limo y una suerte de líquido devuelve otra vez su semblante verdadero, que debe con rigor ser cubierto con una capucha.
Obedece a una ley líquida. es eterno y fecunda con un gas.


Alberto Muñoz
De Tratado de verdugos.
(Ediciones Filofalsía)
CAMIONES


No ha sido el mundo una forma de la fiebre líquida.
hijo mío, estás ahí, tomado a tu tren, al lado de un río
que te dice en su tamaño de agua: camiones.

Camiones junto a la azalea blanca.
has puesto una línea sucesiva de camiones; no tienen
otra ruta que tu mínima mano blanca
entrándolos al mundo.
los quitas del desastre.

Qué otro modo hay de la justicia, sino la forma del camión en la azalea blanca.

Hijo, estás ahí, en el parapeto de la monstruosa evidencia; ¡los grillos han tomado la cabina de tu camión!, engrasan sus patas verdes, apagan la luz, rompen la bahía donde ingresa el vapor de los aceites; están cerca de las azaleas, pero ellos creen que son criaturas del budismo que han llegado a una orilla milagrosa...

Oh, hijo mío, ahí estás jugando con tu pala mecánica; mi tractor de lata está a quince kilómetros de la azalea blanca.

¿Llegarás?


LA VIDA EN LAS ESTAMPAS

Una joven japonesa entra en nuestro cuarto. Estamos asustados.
La joven japonesa es de papel, pertenece a una estampa polícroma del siglo XVIII.
Estamos asustados.
Ha escapado de la composición del artista Suzuki Harunoba, dejando a su amado decúbito supino con el falo hinchado y los ojos en blanco.
Estamos asustados.
Parte del papel de su cara está quemado y una de las piernas quedó en la estampa por encima del noble que la penetra: ¿a qué viene esa joven a nuestro cuarto, si somos cristianos acostumbrados a nuestras vírgenes, que no se mueven de su sitio?





YERBAL II


“ En su pelo, en su piel, hay un nuevo perfume, difícil decir de qué”
Marguerite Duras.


Una mujer entra en la peluquería con máscara facial: su marido ha venido de la noche cosido a un traje de ora costurera. la mujer no ha podido dormir si bien, abierta, de su camisa salía en los paseos el oro del pezón y la blancura.
¡Oh, los maridos!, que bajan al aljibe de las contrarias a buscar el agua de las yeguas , inútiles vuelven a sus camas, al apero de las cortinas.
MI madre trabaja el rostro de las mujeres engañadas.
¿Qué diría Helena Rubinstein si supiera que no es pintura azul el manto de los celos?


BALADA DE LA CÁRCEL DE WILDE

Soy Oscar, preso en Wilde. tengo una flor en el ojal un girasol.
Me pinto la boca con un trueno.
Ayer me dijeron que voy a morir de todo lo que ama.

A veces, cuando se apagan las luces de la cárcel, me quedo con los ojos abiertos y vienen a pedirme que los cierre, que el mundo no puede dormir cuando tengo los ojos abiertos.


Alberto Muñoz.
De Camiones

(Ediciones en Danza).


TREN CRUZANDO EL PUENTE DE HIERRO

Por el río Las Conchas llegábamos a Bella Vista.
Cruzábamos el puente de hierro tragados por un
palacio de canciones y gritos.

Sólo el olor a huevo proveniente de la canasta
de mi madre me devolvía a las ropas: el vagón se movía
como una yegua nerviosa en las murallas del tábano.

Nadie soportaba el olor del río Las Conchas
cambiaron su nombre por el de Reconquista.

El puente de hierro separaba el cuarto de los nenes
de la habitación de la abuela que durante la luna se
levantaba en camisón para rezar y orinar.

La luz exterior vivía de los curiosos
y de las oraciones amarillas flotando como abejas
en la palangana de metal.

Viajábamos los domingos. No había obreros colgados
de la caldera sólo mujeres gordas con crisantemos
arrastrando por los vagones criaturas y periquitos.

Mis padres discutían el arte de Virgina Luque
el derecho del matrimonio a no levantar una roca insólita
la manera en que los días se parecían a los clavos.

Nadie soportaba a Las Conchas.
El olor provenía del río Reconquista.
Yo llevaba mi nombre atado a una hebilla
por temor a que hicieran con él los mismo que habían hecho
en el bautismo del Reconquista.

Que de pronto papá o Lorenzo dijeran Antonio o Ferdinand
y mi cabeza girara llevándome indefenso como un pescado
o como un rey turbado por el acero que le acercan a la garganta.

Oh el olor a huevo crudo de la canasta de Amelia me devolvía
al vagón de madera. “ Comamos”- decía mi madre- improvisando
un mantel de mármol sobre sus rodillas

tomates partidos a la mitad y agua de lluvia
para que los soldados abandonen sus supersticiones:

madre si venimos de Las Conchas
por qué Dios me dijo una vez cruzando el Reconquista:
“ Yo soy el camino”.


LOS DÍAS PERDIDOS

Al mirar una locomotora vemos una máquina Singer
al mirar una Singer vemos la rueda de hierro la rueca
al burro girando alrededor del molino levantando agua.
al ver el agua vemos el aljibe con su roldana giratoria
al ver el giro de la roldana escuchamos el canto del óxido
al escuchar cantar tocamos el hombro de la amada
tocamos la curva del pez tocamos la seda.

Al tocar el hombro vemos el hilo de las despedidas
al escuchar el adiós oímos el golpe del viento en las velas
al ver la nave escuchamos la tierra girar en su canto de óxido.
Al oír el giro de la tierra movemos un asno alrededor del molino
al mirar el aspa levantamos el agua y oímos las velas
al oír la nave tocamos el hombro de los peces
tocamos la curva del tren tocamos la seda.


Alberto Muñoz.
De Trenes.

(Ediciones en Danza).
LA CABEZA DE ORFEO FLOTA SOBRE EL RÍO HEBRO


Todas las hojas son del viento...
L.A.Spinetta



Las Ménades arrancaron las extremidades de Orfeo y echaron su cabeza en las frías aguas del Hebro.
Nada impidió que su cabeza siguiera encantando.

El río volvió a reunirlo nuevamente.
Más grande y ominosos flotó sobre las aguas camino a Lesbos.
Mientras las Musas enterraron su antiguo cuerpo al pie del monte Olimpo su lira continuó cantando pulsada por el viento.

El agua tuvo un repertorio similar al de las hojas pero el genio del poeta se diluyó entre los peces.

Todas las hojas fueron del viento menos la luz de Orfeo.



TOCABAS EL PIANO

Ibas en madera con pedales
sentada
tocando el piano
de un lado al otro del motivo

parada de tocar
sentada y
blanca en el silencio

con las hojas abiertas
tu oído dejaba de leer
entre tus piernas de par en par.



JUAN CARLOS PAZ

¡Qué frío hay....Jesús!
César Vallejo


Oyendo
toda la verdad juntada en una noche

como una rana
escuché el diapasón de los presentes.

Extraño los grandes abrigos
ningún profeta ve subir la savia por el brote.

Oyendo más que otra cosa
no tengo ¡caray! un sobretodo

y algo falta de mí

con este frío
y el sonido de los pétalos flotando.

Alberto Muñoz
De Pianoforte.
(Ediciones en danza)

las fotos del encuentro con Susana Szwarc

El encuentro del 24 de mayo, frío, nos encontró esperando el sol del día de la patria pero se quedó dormido. La calidez estuvo entre los poetas. Susana Szwarc, con sus poemas de múltiples lecturas, nos brindó su humor para contestar todas las preguntas.


El equipo del Orate, esta vez incorporando miembro nuevo, Fabian Cerezo y con el regreso de Alejandro Mendez Casariego. Qué quinteto!


Fotos, pocas, agradeciéndole a Gastón Rivarola por haber llevado cámara, lástima que fotógrafo no sale en la foto. Habrá que conseguir más cámaras, con los celulares no alcanza!!





Los esperamos a todos en junio, el próximo invitado es Alberto Muñoz. No falten!!









viernes, 11 de mayo de 2007

poemas de Susana Szwarc

Un cielo al descubierto

Arrojaste una piedra
al baldío. Ahí voy
hacia el hueso del padre.
(Qué muerto.)
Pero la sombra de la vela
mitiga el nombre. En su luz
se deletrea. Y como de un incendio
la red del alambrado se abre:
jardín de cuerpos
hasta mi ojo.

Concentra la sombra los llamados
de cualquiera de los Campos.
La vela, deshecha.
Uno me agarra, tiene fuerza, el brazo,
el hueso. Canto (no sé si por fugarme):
-¿no ves que estás ardiendo?



Bárbara

Ese cuerpo excesivo
aún después del strip-tease
es tan leve como el mejor
afiche ante mis ojos.
La estética del poster
me hace sonreír
y mecerme en la silla de mi casa
(al compás del ritmo ajeno).
¡Ah! es exactamente igual
Que ofrezca Bárbara su carne
-de verdad, de mentira-
para mí.
Su nombre acerca a mi memoria
el poema de Prevert
aunque ella insista: “mirá, también me llamo Sonia
y no hay en mis manos ni crimen ni castigo”.

Pero ninguno de estos recuerdos
sirve esta noche,
ella está allí, quitánsoe siempre
su ropa dorada, justamente para llevarnos al olvido
y su cuerpo es un mapa perfecto,
un territorio para abrazar,
arrojar monedas,
atrasar relojes.

De pronto ya no sé qué sucede.
No hay ruido de pulseras en la habitación de al lado
y la música que sale de la radio,
la música que despierta a los vecinos,
me afecta el sentido del gusto, la clarividencia.

Un hombre, otro hombre,
abraza a Bárbara.
Bárbara tristeza la del hombre
que la abraza y no apaga así
sus lágrimas de carne.
Pero el llanto es de los dos
y valen nuestras monedas.


Regional

Están sanos los cítricos del norte.
“Erradicada la enfermedad”, dicen los diarios
y eso (hoy) es lo único que importa.
Entonces mordamos los frutales
como si fueran pulpa de Las Gracias
o de Venus, su mismísima madre.
Que el jugo caiga desde mi boca
hasta tus pies
que se deslice (¿sin salpicar la suntuosidad
de los objetos: mosaicos, collares venecianos,
automóviles?)
y ascienda de tal modo que toque las estrellas.
Así la deuda mía, hermanas,
se hará inmensa como un cielo de provincias.
¿Pago demasiado para recibir la textura de tu voz
o es por el aliento de naranjas?

¿No es raro acaso que la geografía,
como otra Venus, como nuevas Gracias,
nos entregue sus tajadas?


En torno

En el hospital, ese médico
me dice: no vengas hacia mí.

En la sala ( donde somos siete
las mujeres), el amado no traspasa
el umbral.
El médico hace gestos, le insiste:
sáquela, rápido, sáquela
de aquí.
No puedo, repite el amado, ella,
su otra sangre, y llora (se asombra
de sí, se busca en los vidrios,
quiere verse, verse
y no sabe lo que dijo).
Ni Bárbara ni Sheila ni Luva
ni Mara ni Patricia quieren
lo que escuchan. Por eso bailan.

El médico hace un corte
en la matriz
como un patriarca.
Le muestra: la misma sangre
pero el amado ve otra cosa.
¿Y qué hacer, y qué,
si ve otra cosa?

Bárbara, Sheila, Luva,
Mara y Patricia me están llevando
lejos, lejos,
a entornar la sangre.


Madrugadas

Se enfermó
de tanta belleza vana.
Lo acompañaba, entonces, al prostíbulo
como quien acompaña al hospital.

Cada madrugada, ante la puerta
del letrero luminoso, veía
a esa misma vendedora de periódicos
soltar su paquete, sentarse encima,
adormecerse. Sin fuerzas, ella.

Sin fuerzas yo,
solté, me adormecí.


Superposiciones

Estoy por entrar, advierte
desde el extremo de un país
medio habitado.
Después, un silencio largo
y los recuerdos, descansados,
me envuelven
la nariz.

Retorna el olor de escuela pública,
la sorpresa de ese olor, el mismo
de los bares nocturnos,
Sobre todo en las ciudades.
Tal vez porque ahí
las jóvenes mujeres que se inclinan
a la barra, aburridas y risueñas,
fueron a mi escuela
o a la tuya.
O porque están aprendiendo a no ir.

Cuando el silencio se mueva
y él, aliviado,
casi feliz esta noche, me cuente
de una nueva dulzura
de una Bárbara casi niña
no sabrá que ella ( su cuaderno,
su compás, el redondel de tiza),
en ese preciso paréntesis
estuvo aquí.


Susana Szwarc.
Del libro “Bárbara dice:”
(Alción Editora)

jueves, 10 de mayo de 2007

el 24 de mayo Susana Szwarc en el Orate




El 24 de mayo a las 21 hs. Susana Szwarc con sus poemas, en BaRRoco, Montes de Oca 322, Ciudad de Buenos Aires.

miércoles, 2 de mayo de 2007

fotos del encuentro con Inés Manzano




Nos salió lindo el encuentro en BaRRoco, en BaRRacas. Un poco nerviosos-que no se diga- por volver a empezar.







síiii, son Graciela Tustanoski , Myriam Rozenberg y Gerardo Lewin, conductores del ciclo El Orate y la Musa, posando para la posteridad. Falta, cof cof cof, Alejandro Mendez Casariego, abatido, en esos días, por una gripe, cof cof.
















Graciela y Myriam discutiendo-a su manera, son dos damas- las preguntas con las que atacarían a Inés.













Inés hablando, bajo atentas miradas.







Myriam de espaldas al fotógrafo, o el fotógrafo a espaldas de Myriam. Escucha Inés.








Bajo esa oscuridad, se encuentra Inés Manzano, recitando sus poemas. La voz de la poeta pone la luz que se necesita.







Inés y su poesía.





El equipo completo ... listos para entrar en la cancha! (mérito de estas últimas fotos: Amalia Pérez y Daniel Barroso )







Gracias a Inés y a todos los que nos acompañaron en este esperado regreso.



Nos vemos a fin de mayo!



Recuerden que pueden dejar mensajes aquí o mandarnos correo a elorateylamusa@hotmail.com



sábado, 21 de abril de 2007

Poemas de Inés Manzano

Algunos poemas de Inés Manzano, la invitada al ciclo de poesía El Orate y la Musa el día jueves 26 de abril.


Engranando el inocente alfabeto de la infancia
me está todo permitido
y yo me lo permito:
desbocarme
atravesar tu nuca de silbidos
robarte del dolor
echarte
sobre la ropa blanca que cruje abajo mío
encontrar el volcán
que traiga a tu memoria
cómo fuiste de frágil una vez
y perseguir la tierna ceremonia
para volverla a hacer



***




El mar se aparta de besarme

¿qué hará cuando descubra
......... - perdida voz -
que ha sido derrotado...?


****


La que no parezco

Dame una edad
porque me pierdo
que sea angosta y sola
.................................para mi pie
que toda vez que tiembla
reconoce el camino
................................y se desvía

Dame una edad
a cambio
de las monedas breves
.................................bajo el labio
que al mínimo trasluz
se parte y huye
................................o se concede

Dame una edad
como mi amante
intemporal y áspera
................................en un cuerpo
que repare el infierno
que te ofrezca la carne
................................y el insomnio

Dame una edad
que me destruya
que se aloje sin freno
.....................................entre los huesos
que derrote a las otras
que arremeta
.........................................Una edad
.........................................................sin medida
..................................................................................del daño


*****

Interior

Agazapada en la luz
.................................buscándome
no me hallaba


sólo pude descubrirme
..................................cubriéndome
entre espesura y follaje




***

Quetzal

Ay pájaro de hermosa pluma
que me quitas el sueño

Desvariaba mi trino
en noche oscura
sin alcanzar tu rama

Cada intento de vuelo
era un ardid

Cada celo carnal
era celada

Ay pájaro
que me das de tu pico
a beber
la sed y la zozobra

Que en fulgores inciertos
te propagas

Que con músicas sutiles
me desvelas

Ay pájaro
que no ves...........y muero
sin habitar la altura
de tu fronda esmaltada

***
Escuelita de La higuera

Padrecito
miranos

no tenemos manera
de trepar a los árboles
de arrancar
leche dulce a la higuera

los palotes
apalean la carne
no nos salen las cuentas
sin los dedos

no podemos
atajar la pelota ni las penas
sostener el manubrio.............las palabras

hasta el puente
de Martín Pescador
se nos cae de la infancia

borramos la desdicha
con los codos

¿Cómo haremos la ronda...?

Cómo haremos
con tus manos ahogadas en el río de tinta derramada

Tus muñones golpean gravemente los sueños

Ay Padrecito al menos
no dejes de mirarnos

no nos dejes


Inés Manzano (Argentina)
poemas inéditos

martes, 10 de abril de 2007

Todo vuelve....EL ORATE Y LA MUSA también




Conducen El Orate y la Musa: Gerardo Lewin, Alejandro Mendez Casariego, Myriam Rozenberg y Graciela Tustanoski.

El jueves 26 de abril a las 21 hs la invitada es Inés Manzano.
Te esperamos en BaRRoco Bar, Montes de Oca 322.